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Comala, nostalgia y los peces de ciudad

Estando en el Slack de PHPMX alguien comentó que la película de Pedro Páramo de Netflix está buena, y yo recuerdo que ese es un libro de Juan Rulfo, y me acordé del libro de El llano en llamas que lo leí en el bachiller por lo cual recordé el pueblo de Luvina, que es un cuento dentro del libro; a esta conexión recordé la canción de Joaquín Sabina. Pero, ¿por qué está serie de recuerdos? Pues resulta que yo estaba confundiendo Pedro Páramo con El llano en llamas, del cual también estaba confundiendo el pueblo al que hace referencia la película que es Comala no Luvina. Y dice Joaquín Sabina en su canción Peces de Ciudad:  Y estaba intrigado por saber, ¿por qué a un lugar donde has sido feliz no debes volver? En lugar de ponerme a reflexionar profundamente, le pregunté a Gemini , esto es parte de lo que contestó: ¿Por qué "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver"? Esta frase encierra una reflexión sobre la naturaleza del pasado y la ilusión. Sabina, a través d...

Edel Juárez: Claro que esto es lo que había soñado

Más de un año sin publicar, este tiempo no ha sido fácil. Cada etapa de la vida nos trae nuevos retos y nuevas esperanzas.

He dejado atrás la música que solía escuchar y hasta artistas que me encantaban solo quedan en mi memoria...

Todo esto viene a propósito de que estando en Instagram, me salió un texto de Edel Juárez, al cual ya no escucho. Pero este texto me recordó tanto de mi vida actual, y hay varias similitudes, que no puedo dejarlo pasar. 

No encontré la letra, pero la extraje con un poco de ayuda de google y chatgpt.


Claro que esto es lo que había soñado, solo que no suelo soñar con tanto detalle. 

¿Qué respuesta iba a tener si no conocían las preguntas? 

A mí la vida me parece una serie de bifurcaciones sobre el camino que elegí hace demasiados años, con el primer respiro. 

He caminado mucho más solo que acompañado, y aún así he tenido compañías memorables. 

Hace años que camino hacia la luz, pero la noté inmerso en el lado opuesto.

Bebí más de la cuenta, peleé más de lo necesario. Fui duro cuando debía hacerlo, y a veces cuando no debía también. Eso me vuelve estúpido, pero tampoco lo he sido de tiempo completo. Me estoy quedando mudo, pero veo y escucho mucho más.

Aprendí a perder a la perfección antes de ganar por vez primera, y ya no importa ni lo uno ni lo otro. No me importa. 

Siempre que tengo algunas horas, las comparto con la gente que amo; lo que queda del día lo invierto en crecer por dentro, a solas.

Este es mi sueño, y se parece mucho a una vida. Para mí es suficiente.

Edel Juárez.

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